Ingredientes
1 kilo de fruta
1/2 l. de agua
1 Kg. de azúcar.
Preparacion
- Lo primero es escoger frutas firmes y pequeñas: cerezas, ciruelas, peras, cáscaras de naranja, de limón...
- Pesar la fruta.
- Lavar la fruta y picarla con una aguja gruesa en 4 ó 5 sitios.
- Ponerla en remojo durante 48 horas, cambiando el agua 3 veces al día.
- Al cabo de este tiempo, si se trata de cáscaras de naranja o de limón, hay que cocerlas con agua durante 30 minutos para ablandarlas un poco.
- Escurrir la fruta y colocarla en la cazuela para confituras con agua fría que las cubra.
- Encender el fuego y aumentar poco a poco la intensidad, para que se calienten lentamente, pero sin que lleguen a hervir.
- Rebajar el fuego al mínimo e ir sacando la fruta con una espumadera, a medida que van subiendo a la superficie.
- Pasarlas a un cuenco amplio, con agua fría y después ponerlas a escurrir.
- Tirar el agua dónde se han calentado.
- Poner la cazuela de confituras al fuego con 1/2 l. de agua y 1 Kg. de azúcar por cada kilo de fruta.
- Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, añadir las frutas y dejarlas hasta que den el primer hervor.
- Retirarlas enseguida, con una espumadera y colocarlas en un cuenco grande, para que no estén demasiado apretadas.
- Dar un hervor al almíbar que quedó en la cazuela y verterlo sobre las frutas. Dejarlo así hasta el día siguiente.
- Después de este tiempo, pasar el almíbar a través de un colador a la cazuela de confituras. Ponerlo al fuego y, cuando rompa a hervir, echar en él las frutas.
- Cuando nuevamente levante el hervor, retirar las frutas y volver a repetir del punto 13 al 15, día a día, hasta que las frutas absorban todo el almíbar.
- Hay que vigilar la cocción, a medida que el almíbar va espesando, para evitar que haga caramelo.
- Colocar la fruta sobre una rejilla, forrada de papel de barba y ponerlas a secar, de día al sol o en un sitio caliente, cerca de un radiador o en el horno (previamente calentado con poca temperatura y luego apagado).
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